El pasado sábado se celebró en el Centro Cívico de Bellavista una nueva Escuela de Padres, protagonizada en esta ocasión por la escritora, pedagoga y especialista en alumnos con altas capacidades intelectuales María Sánchez Dauder. La autora presentó, además, su libro «Las altas capacidades en la escuela inclusiva», dirigido tanto a padres con hijos de altas capacidades como a cualquier escolar.
Y es que la escuela inclusiva quiere ser una forma de hacer pedagogía y enseñar los alumnos, para que sean ellos mismos los que busquen el camino para llegar al objetivo final que se les propone. Para ello hay muchas formas de conseguirlo y cada uno lo hará en función de sus habilidades. «Han de aprender a solucionar las cosas de varias maneras», explicó la experta en Educación.
Sánchez Dauder apostó por «sacar fuera lo diferente», tanto para niños con altas capacidades como para el resto de la clase. Para la autora, el arte es magia es creación y hay que trabajar por sacarlo a flote entre los alumnos, ayudarlos a que cuenten las cosas cotidianas a través de un dibujo o buscar fórmulas alternativas, ya que a veces los pequeños no tienen suficiente vocabulario, por lo que hay que invitarlos a que se expresen a través de creaciones. De ahí que animara a enseñar a los niños a tener fluidez verbal, «porque la gramática ya la tienen en el ordenador», recordó.
La experta María Sánchez Dauder aporta pautas para optimizar los talentos en el día a día de las aulas
La pedagoga invitó a «sacar las emociones que estos niños tienen», algo que pueden hacer «a través del conocimiento del medio, el lenguaje y el dibujo. Lo importante es que saquen las destrezas que tienen», dijo.
Para Sánchez Dauder, los niños con altas capacidades «se tatúan lo negativo y se les queda perenne. Todo se multiplica, tanto lo bueno como lo malo. Por ello se les ha de ayudar a entenderlo y a sacar lo positivo, ya que su parte emocional del cerebro es distinta a la de los demás»